Watain se han convertido en algo así como los nuevos adalides del Black Metal en su vertiente más extrema, decididos a destacar en una escena en la que la mayor parte de las bandas suelen vivir más cómodas en un segundo plano. El trío sueco se ha metido un buen revolcón con el disco que nos presentan este año, un “The Wild Hunt” destinado a marcar un antes y un después en la carrera de la banda.
Puntuación: 8
Crítica de Angel Silva de Metal 4 All
Viejos perros ya, Watain ya nos habían demostrado que a cazurros pocos le ganan en discos de la talla de “Lawless Darkness”, una versión ultra-mejorada del despiadado Black Metal de siempre. Con “The Wild Hunt” la banda no solo se queda en la ejecución pura y dura del oscuro género que practican, también muestran un mayor nivel compositivo. No es que se hayan convertido en los nuevos Alcest, pero sí que han optado por estructuras más complejas, en ocasiones cayendo incluso en pasajes melódicos que seguro chocarán de primeras entre su público más acostumbrado a algo mucho más extremo. En muchos pasajes se dejan ver detalles que casarían perfectamente en una banda más Doom, currados prácticamente sin teclados y con las guitarras del misterioso P brillando en ruidosas tareas, marcándose algún que otro solo espeluznante.
“The Wild Hunt” da inicio con la instrumental “Night Vision” dónde ya desvelan algunos de los secretos que los arcanos suecos guardaban con ahínco. Bajo uno producción de última hornada estos perros viejos intentan recrear el sonido de los viejos Lp´s ochenteros de Black Metal. Con la tecnología actual no les es difícil conseguir este cometido con el que intentan mantener un estilo propio. El primer corte “De Profundis” se coloca como uno de los más salvajes y extremos. Arranca con una explosión que nos deja temblando y sigue con un ataque despiadado en el que Watain dan un lavado de cara al Old School Black Metal. Hasta aquí la cosa era más o menos previsible. Entonces llegan a nuestros oídos los primeros compases de “Black Flames March” que como muy bien indica el título tiene mucho de marcha fúnebre, dónde Watain ya deja entrever algunos pasajes más lentos de lo habitual, en este tema en concreto de una forma muy oscura y acorde a la temática y estilo de la banda. Le siguen “All That May Bleed” y “The Child Must Die” en las que persiguen las mismas ideas pero haciendo todavía más evidentes las partes melódicas. Todo salta por los aires cuando de repente suenan los primeros acordes de “They Rode On”, todo lo más cerca que dentro del Black Metal se pueda llamar balada. Tema lento, cantado con voces limpias, unas guitarras de ensueño, incluso bonitas, colaboración de voz femenina y en general un tema más propio de Tiamat que otra cosa. La verdad es que es un auténtico temazo que respira un aire gótico absoluto en el que Watain, a expensas de causar algún disgusto, se dan el gusto y de paso un susto.
La segunda parte del disco da comienzo con el otro corte más extremo, “Sleepless Evil” en el que han incluido una parte intermedia muy teatral que les ha quedado redonda, realmente terrorífica. ¿He dicho lo bien que recrea esta gente pasajes tenebrosos sin el uso de teclados?. Sin llegar a los niveles baladísticos de “They Rode On”, el tema que da título al disco también es lento pero aquí con un cariz más Doom. Otra vez las curiosas voces limpias aparecen en una onda muy Agathodaimon, un tratamiento original de la percusión e incluso una parte final un tanto psicodélica en su vertiente más siniestra. Con “Outlow” tenemos una buena ración de Thrash/Black Metal de ese de toda la vida tocado con una mala leche que acojona. Cerca del final nos comemos otra instrumental larguísima con “Ignem Veni Mittere”, otro invento que Watain sacan de la chistera, ahondando en la musicalidad apoyándose en guitarras acústicas y solos de herencia heavy que sirven de entrada para otra pesadilla sónica. Para el final dejan “Holocaust Dawn”, tema largo que resume a la perfección las caras más extrema y melódica del disco.
Watain se han marcado el mejor disco de su carrera casi sin ninguna duda, por lo menos en cuanto al nivel musical. Está claro que este “The Wild Hunt” levantará ampollas entre el sector que se esperaba algo más tradicional o que no le perdonen ese cierto tufillo “comercial” que se esconde en esta versión más experimental de Watain. Dejando debates de lado, lo musical es lo que importa y los Watain han demostrado que saben hacer más cosas al margen de dantescas sesiones de fotografía.
Tracklist:
1. Night Vision
2. De Profundis
3. Black Flames March
4. All That May Bleed
5. The Child Must Die
6. They Rode On
7. Sleepless Evil
8. The Wild Hunt
9. Outlaw
10. Ignem Veni Mittere
11. Holocaust Dawn
Crítica de Angel Silva de Metal 4 All