Casi treinta años de existencia respaldan a la banda alemana Atrocity. Treinta años en los que el grupo ha pasado de lo más alto del panorama underground practicando un death metal técnico, siendo uno de los grupos top del género, a lo más profundo del abismo con unas formas muy alejadas de lo que venían practicando y en un género que poco tenía que ver con el metal.
Puntuación: 7
Crítica de Paris Gonzalez de Metal Symphony
Una banda casi legendaria que parece querer volver a revivir todo lo que fue con este “Atrocity”. En el álbum podemos ver que la banda ha vuelto al death metal pero cogiendo una vertiente muy distinta a la que practicara en sus primeros LP’s. Ahora nos encontramos con un death metal sinfónico y melódico que recuerda, por momentos en demasía, a los griegos Septic Flesh, pero sin llegar al extremo de la calcomanía. También influyen en este duodécimo disco de los germanos grupos como Fleshgod Apocalypse o los también griegos Rotting Christ.
Las guitarras de Bauer y Van der Meer suenan bien. La voz de Alex Krull, pese a no ser la mejor del panorama metálico, cumple con creces, y la sección rítmica, en especial la batería con Joris Nijenhuis, rayan a un nivel muy alto. Además, el aspecto clave del CD es la Orquesta Lingua Mortis que acompaña en casi todos los temas a la banda
Punto y aparte hay que hacer con la portada, una soberana horterada en la que podemos ver a una mujer con una serpiente (lo que parece una boa constrictor) alrededor de su cuerpo. Poco, por no decir nada, tiene que ver con el contenido del disco.
El disco, además, se hace demasiado pesado por momentos, en especial en torno a la mitad. Haber eliminado uno o dos temas hubiera sido lo ideal. En especial las canciones cantadas en alemán, Todesstimmen y Satan’s, que suponen un bajón espectacular en la calidad del álbum.
El inicio del disco con Pandaemonium es toda una declaración de intenciones: comienzo orquestal, grandiosa introducción y death metal a raudales a lo largo de todo el corte. Los blast beats y los riffs brutales son de lo mejor que nos podremos encontrar a lo largo de la obra. Le sigue Death by metal, un tema típico de death metal clásico: rapidez, riffs veloces y blast beats.
Vuelven a los caminos más sinfónicos con March of the undying, otra canción que sigue los derroteros marcados por la inicial Pandaemonium. El aspecto melódico queda de manifiesto en Haunted by demons, que sin desmerecer al resto del disco se nota un tanto floja entre tanta potencia. Precisamente lo sinfónico y lo melódico se van a unir en uno de los mejores cortes del disco, Murder blood assassination.
También en este mismo estilo nos encontramos Necromancy divine, en el que la voz de Liv Kristine, la voz femenina que aparece por todo el disco y mujer de Alex Krull, se muestra a gran nivel. El cambio completo que hace el tema en el minuto 5 es otro de los puntos fuertes de todo el disco. Continúa el álbum con los dos temas en lengua germana, Satan’s Braut y Todesstimmen, que hubieran sido perfectamente eliminables. La voz de Krull no cuaja en su lengua materna y musicalmente no son lo más atractivo que nos demuestran los alemanes.
El noveno corte, Masaya, nos trae, de nuevo, el death metal prototípico, directo y a la yugular, con un estribillo pegadizo. Por su parte, When empires fall to dust comienza melódica, sonando en la intro a Stand by him de los noruegos Ghost. Después, retornan al death sinfónico en una canción que pasa sin pena ni gloria. Beyond perpetual ice comienza melódica y paciente. Y así se mantendrá a lo largo de toda su duración, una canción que continúa con el nivel del resto del álbum y que no destaca por encima de ninguna. Para cerrar queda La voisine, cuyos toques de campana iniciales nos introducen en la atmósfera que va a recubrir a una de las canciones que mejor describen este nuevo estilo adoptado por los alemanes.
En resumen, un disco más que decente que sirve a los alemanes para desquitarse de todas las críticas recibidas durante todo este tiempo. También han sabido adaptarse a un nuevo género que no resulta nada fácil como es el death sinfónico. Esperemos que continúen por este camino en venideros álbumes. Por reseñar algo negativo, el disco se hace demasiado pesado hacia la mitad.
Tracklist:
Pandaemonium
Death by metal
March of the undying
Haunted by demons
Murder blood assassination
Necromancy divine
Satans braut
Todesstimmen
Masaya
When empires fall to dust
Beyond perpetual ice
La voisine
Crítica de Paris Gonzalez de Metal Symphony