Warbringer – Worlds Torn Asunder

Warbringer - Worlds Torn Asunder

Procedentes de Ventura, ciudad costera cercana a Los Angeles, Warbringer, pese a la juventud de sus componentes, se fueron labrando una reputación dentro de la nueva escena thrash con influencias de la gloriosa década de los ochenta con la edición de dos contundentes álbumes, War Without End (2008) y Waking Into Nightmares (2009), este último producido por el mismísimo guitarrista de Exodus Gary Holt.

Después de la renovación de su alineación, con el regreso de su bajista original, Andy Laux, una vez terminados sus estudios, y el nuevo batería Carlos Cruz, que se suman al vocalista John Kevill y a los guitarristas John Laux y Adam Carroll, Warbringer han puesto toda su capacidad para facturar su tercer álbum, Worlds Torn Asunder, con la esperanza de dar un nuevo paso hacia su reconocimiento internacional.

Puntuación: 7,5
Crítica de Locky Perez de
Musicopolis

 

 

El álbum, evidentemente, aporta influencias thrash ochenteras pero tiene la particularidad de no limitarse al mimetismo estilístico sino que profundiza en el desarrollo de texturas que marcan un cierto alejamiento de los orígenes del estilo para abrazar esquemas del metal actual.

Una de las ventajas con las que cuenta el álbum es la variedad de recursos que exhiben sus guitarristas aportando desarrollos con cierto grado de complejidad en un marco en el que los ritmos demoledores acaparan gran parte del protagonismo.

Otro elemento que deja notar su impronta es la voz de Kevill, con la suficiente agresividad para encajar perfectamente en el virulento entorno instrumental pero con los matices necesarios para conseguir que sus frases consigan aportar nitidez, evitando la anarquía, tal como se puede comprobar en el desgarrador inicio con “Living Weapon”, “Shattered Like Glass” y “Wake Up… Destroy”, donde ya se pone de manifiesto la capacidad de la banda para dejar espacio suficiente a todos los instrumentos y que tengan posibilidad de contribuir a la producción de un sonido compacto, sin limitarse a la dependencia de la creatividad guitarrera. De esta forma, es normal que el bajo surja en determinados momentos o, que la batería muestre su vibrante solidez.

Por otra parte, canciones como “Futures Ages Gone” y “Treacherous Tongue”, dejan que gran parte del protagonismo recaiga sobre las guitarras, tanto en lo que respecta a los riffs erosivos como a cierto tipo de armonías incrustadas eficazmente en la vorágine marcada por la sección rítmica. Mientras que piezas como “Savagery”, “Echoes From The Void” y “Enemies Of The State” destapan la vertiente más visceral de Warbringer, incluyendo un cambio de registro vocal hacia perfiles más virulentos.

Un disco poderoso sobrado de garra pero no exento de ciertos detalles compositivos que realzan su contenido. Thrash, sí, pero sin limitaciones a la hora de incursionar en nuevas vías de expresión.

Crítica de Locky Perez de Musicopolis