Balance muy positivo de esta segunda edición del Rock Fest Barcelona, que ha mejorado notablemente en comparación al pasado año en todos los aspectos, excepto por el horario, el de la jornada inicial a las cinco de la tarde diría que es el idóneo. Unas veinte mil personas por día, algunos más durante esta última jornada de sábado gracias a la presencia de los dioses del metal. A recuperarse, y a por la tercera.

A continuación la crónica…

Crónicas de Jordi Kampàs / Josep María Fleitas de MariskalRock

 

PRIMERA JORNADA, JUEVES 23 DE JULIO

La segunda edición del renovado festival metalero dio inicio ayer bajo un sol de justicia, en el más caluroso verano que se recuerda en estas comarcas.  A las cinco, con estricta puntualidad y con una notable aglomeración en los exteriores para proceder a la recogida de pulsera y acceder al recinto, iniciaban su actuación el grupo local Asphyxion, puro thrash metal old school. Desde el exterior intenté seguir las melodías salvajes de su “Onwards to Extinction”, hasta llegar al doble escenario donde por un instante, dile deja vu, fue como ver a los mismísimos Metallica. Su look, puesta en escena y actitud no puede ser más similar, aunque su sonido es más próximo a Kreator o Slayer. Por suerte, llegué a punto para verlos finalizar con algo titulado “Thrash Metal Satan”.

A los pocos minutos Rosendo Mercado era recibido entre vítores, con  “… Y Dale”. Solo faltó presentar como en su Directo de 1988 un tema que habla de la calor, la color y de la madre que la parió. Después de algunos de sus temas propios al tran tran, nos gratificó con “una de cuando era jovencito”, dijo: “El tren”. Tras comparar Carabanchel con Gramenet por la subida, cayó “El ganador”, seguida por “Masculino singular”, “Flojos de pantalón”, entre coros y palmas; “Pan de higo” y “Agradecido”, del ‘Loco por Incordiar’, su disco debut del que no sé si anda celebrando su treinta aniversario o no. Cerró de forma triunfal con un “Maneras de vivir” que cantaron hasta los más jóvenes del lugar. Sin prisa pero sin pausa.

 

Sabaton es, junto a Twisted Sister, uno de los grupos que repiten en el Rock Fest, y su actuación no distó demasiado de la del pasado año con sus himnos de batalla. Entre andanada y andanada, su vocalista Joaquim Brodén incidió regularmente sobre el calor y soltó todo el vocabulario en catalán que conoce, desde “fill de puta” hasta acabar con un “bona nit Catalunya”, antes de despedirse con “Metal Crüe”. Te puede gustar más o menos su música, pero destilan simpatía a raudales. No en vano Joakim tuvo el detalle de regalarle sus gafas de sol a un niño de diez años al que le preguntó su edad, y felicitó a sus padres por traerlo al concierto. Encantadores.

Dream Theater tuvo un sonido de lo más embarullado durante la inicial “Afterlife”, si bien fue mejorando a partir de “Burning my Soul”, para llegar al clímax con “Panic Attack” y “As I Am”. Finalizaron con “Behind the Veil”, anunciando próximo disco.

 

Status Quo echó mano de todos sus clásicos, desde la inicial “Caroline”, sucedida por  “Something ‘bout You Baby I Like”, “The Oriental”, una sosita “In The Army Now”, “Roll Over Lay Down”, “Down Down”, o “Whatever You Want”; para terminar con otra cover, “Rockin’ All Over the World”. Se les vio en forma, en especial a Francis Rossi. No lo estaba tanto Parfitt, y a Rhino se le vio alegre, muy alegre. Cumplieron.

De la misma quinta más o menos, Scorpions,  que sí están celebrando su cincuenta aniversario,  ofrecieron un show muy visual lleno de efectos realizados informáticamente, aunque falto de potencia
decibélica. Repartieron el set list entre clásicos, y cortes de ‘Return to Forever’, su última placa. Se hecho, abrieron con “Going Out with a Bang”, seguida por “Make it Real”, durante la cual nos enchufaron en las pantallas una bandera rojigualda para más señas, ante la estupefacción e indignación mayoritaria. Solo puedo atribuir tal desfachatez a la ignorancia y la desinformación de lo que pasa en Catalunya. Aún en estado de shock, nos llevaron a los ochenta con “The Zoo” y “Coast to Coast”, y todavía más atrás con un medley que incluyó “Top of the Bill”, “Stream Rock Fever”, “Speedy’s Coming” y “Cath Your Train”, aderezado con imágenes psicodélicas. Finalizaron su apolíneo show con “Still Loving You” y “Rock You Like a Hurricane”, con Klaus Meine en estado de gracia, lo que da pie a pensar que aún les quedan algunos años más a los de Hannover.

Nightwish protagonizaron un espectáculo que si no fuera por ciertas obviedades, parecía que estábamos en el reciente concierto de Kiss. Explosiones, humo, llamaradas por doquier y, para completar el cuadro confeti, al terminar con “Last Ride of the Day”. Gran actuación de los fineses, de la que cabe destacar en especial a su nueva vocalista, la ex After Forever Floor Jansen. Como no podía ser de otra forma, épicos.

Saxon nos llevan visitando desde los ochenta. De hecho, si no fuera por la inclusión de “Sacriface” en su repertorio, podríamos decir que habíamos retrocedido en el tiempo, ya que todo el material que nos regalaron los ingleses fue anterior al ‘Innocence Is no Excuse’, liderados por Byff Bifford, que con la garganta bien encerada ofreció junto a sus compadres un excelente directo. Eso sí, debería ir cambiando sus comentarios, poco afortunados, entre tema y tema. En fin, siguen en la brecha y anunciaron su vigésimo primer álbum ‘Battering Ram’, con el que, seguro, celebraremos su cuarenta aniversario el próximo año.

Para clausurar la primera jornada del evento, saltó a escena la banda de Blackie Lawless, WASP, que al igual que Saxon no contó con el apoyo de las pantallas de video y se encontó con un público diezmado y agotado. A pesar de ello, nos destriparon durante una hora con diez hachazos, algunos en plan medley como la inicial “On Your Knees”, acoplada a “The Torture Never Stops”; y otros en versión extendida como “Chainsaw Charlie” o la final “Blind in Texas”.  

La segunda jornada se inicia a la una del mediodía con el sol en lo más alto y Hamlet sobre el escenario. En fin, que no nos pase nada…

SEGUNDA JORNADA, VIERNES 24 DE JULIO

La jornada del viernes se inició a una hora tan temprana que me fue imposible llegar a ver las primeras actuaciones, concretamente las de los chicos de Hamlet, y la de los suecos Entombed AD, a los que ya les tenía ganas ya que hace unos cuantos años que no les veo, al igual que al hard melódico de Axxis, al que llegué justo al final de su actuación, en fin, ¡qué le vamos a hacer!

Los siguientes en saltar a la arena fueron la banda liderada por Juan Brujo, y su combo de odio extremo Brujeria. Hicieron un buen repaso a su discografía con títulos como “Colas de Rata”, “Hechando Chingasos”, “Pititis, Te Invoco”, “Vayan Sin Miedo”, “Sida de la Mente”, hasta llegar a “El Desmadre” y el primer circle pit de los que ocupaban las primeras posiciones, y que eran debidamente remojados a manguerazos, con el beneplácito del Brujo. “La Ley del Plomo”, con Dan Lilker siguiéndolos con su bajo desde el escenario contiguo, finalizaron con “Matando Güeros”, y “Marijuana” ya sin los músicos enmascarados que les acompañan, entre ellos, Shane Embury (Napalm Death), y Jeff Walker (Carcass), del cual no se confirmó su presencia hasta último momento. ¡Viva Zapata, Viva Chiapas, Viva México cabrones!

Fue escuchar “Marihuana”, y al bueno de Lilker no se le ocurrió otra cosa que pedir a la audiencia que le entregaran toda la maría que llevásemos encima por que sino el gobierno la iba a requisar.. ¡qué personaje!

Nuclear Assault para esta gira de despedida, The Final Assault, hicieron dieciocho temas en menos de una hora extraídos básicamente de sus discos ‘Game Over’ y ‘Survive’, con la inclusión de “Analogue Man in a Digital World” de su Ep ‘Pounder’ (2015). Intensos y radioactivos. ¡Hasta siempre! 


Destruction hicieron honor a su nombre y fueron una auténtica taladradora desde el inicio con “Curse The Gods”, y “Thrash Till Death”, hasta acabar con “Bestial Devastation” y “The Butcher Strikes Back” de la mano de la pareja Schmier y Sifringer junto a su batería desde el 2010, Vaaver. A las chicas del lugar tuvieron a bien dedicarles un tema de su ‘Spiritual Genocide’, el titulado “Carnivore”. Devastadores.

Powerwolf son unos auténticos desconocidos para mí, y sorprendieron -o quizás no- luciendo todo su atavío oscurantista, y su imponente ropaje a pleno sol, sin duda utilizan un excelente maquillaje. Sonaron entre otras “Coleus Sanctus” anunciada por Attila con la mano izquierda apretando la entrepierna. De su recién editado ‘Blessed & Possessed’ nos mortificaron con el corte que le da nombre, así como, “Armata Strigoi”, y “Army of the Night”. Amén.

Había ganas de ver a estos emigrantes del metal vasco de nuevo en Barcelona, no recuerdo ya en que festi vi a Angeles del Infierno por última vez, pero sí sé que me llevé una más que grata impresión, al igual que cuando los vi por primera vez en el 84 junto a Banzai. Pero la verdad es que ayer no me convencieron. No sé si atribuirlo al repertorio, algo lacrimógeno, o el confuso sonido que emanaban las tres guitarras presentes en el escenario, en el que solo destacaba con claridad la gran voz de Juan Gallardo. Destacaron, como no, temazos como “Fuera de la Ley”, “Con las Botas Puestas”, “Al Otro Lado del Silencio”, o “A Cara o Cruz”. Esta vez salió cruz.

Con la noche como aliada Helloween lució un potente espectáculo de luz, sonido, y otros complementos, con Deris haciendo gala de su castellano con acento canario, y un repertorio que se abrió con las composiciones más clásicas de la banda alemana. “Eagle Fly Free”, y “Dr. Stein”, para seguir con un par de cortes nuevos como “My God-Given Right”, y “Lost in America”, su increíble aventura en Sudamérica. La parte final contó con un medley compuesto por “Halloween”, “Sole Survivor”, “Are You Metal?”, y “Keeper of the Seven Keys”. Traca final pasada por agua por la lluvia, con “Future World” y “I Want Out”. Pura magia.

Inicio fulgurante de los chicos de Long Island, NY con “What You Don’t Know” y “The Kids are Back”, con un Dee Snider hiperactivo, haciendo pequeño el escenario, y recordándonos hasta la saciedad que ellos son Twisted fuckin’ Sister, esa es la forma correcta, y no otra. Al igual que el pasado año nos habló de la creación del rock’n’roll y el heavy metal en las profundidades del infierno, y de ahí hacerlo religión e iglesia, “I Believe in Rock And Roll” durante la cual marcho embravecido hasta el escenario contiguo donde un roadie andaba probando guitarras para John Norum – “¡Este es mi show y nada puede andar jodiéndolo”- aplausos para Snider y su actitud. Emocionantes fueron las palabras dedicadas al fallecido A.J.Pero con un solo de batería de aquel en las pantallas de video. Se despidieron con “I Wanna Rock”, y “S.M.F.”, y anunciando el final definitivo de la formación que ahora incluye a M. Portnoy a la batería, no como Scorpions que llevan varios años anunciando su retirada. Les echaremos en falta.

Después del gran directo de los neoyorquinos, Europe montaron su tablero de ajedrez, el que ilustra su nuevo disco en estudio War of Kings, tema con el que abren sus shows. Entre otras sonaron “Sign of the Times”, “Rock the Night”, y finalizaron de forma apoteósica con “The Final Countdown”. Por supuesto, destacar la figura de Joey Tempest que emulando al viejo Snider cantó, tocó la guitarra, y sudó lo indecible.

Cambio de tercio con los chicos de Hatebreed. Demasiada actividad a esas alturas de festival, actitud hardcore con componentes de otros estilos musicales, y respeto profundo por el metal, no en vano sus componentes lucían camisetas de Kreator, Exciter, Kiss, Celtic Frost o Black Sabbath. “Blow the Fuse”, “To The Treshold”, “Live For This”, y una espectacular versión del “Ghosts of War” de Slayer fue de lo mejorcito de su imponente directo. Arrebatadores.

Con la lluvia de nuevo como un participante más de la fiesta asistimos a otra lección de guitarra de la mano de Jeff Waters, y sus remozados, una vez más, y rejuvenecidos Annihilator. Llevando de nuevo la voz cantante, Waters abrió con dos temas nuevos del disco que verá la luz en septiembre, primero con el tema que le da título, “Suicide Society” y seguida por “Creepin’ Again”. Con el aguacero cada vez más persistente llegaron clásicas como “King of Kill”, “Set the World on Fire”, “W.T.Y.D.”, “Second to None”, “Phantasmagoria”, y finalmente “Human Insecticide”. Virtuosos.

La verdad es que el chaparrón de lluvia y de metal que nos cayó encima con los de Ottawa nos quitó de golpe todo el cansancio acumulado. Para hoy, por suerte, se esperan nubes y claros, pero no lluvia, que así sea. Judas Priest, Loudness, Krokus … nos aguardan.

TERCERA JORNADA, SÁBADO 25 DE JULIO

La tercera y definitiva jornada comenzó, al menos para mí, con los chicos de Primal Fear sobre el escenario, quienes como buenos heavies alemanes se mostraron inalterables ante la brasa que estaba cayendo de nuevo sobre el Besòs. “Seven Seals”, una de las mejores en el comienzo, que siguieron con “Angel Black”, “Chainbreaker”, la primera composición del grupo, según palabras de Scheepers, que como de costumbre lució un gran estado de forma física, y para finalizar, el himno “Metal Is Forever”. Correcto show de los que en su momento fueron considerados como los Judas Priest alemanes, en especial por la voz de Ralf, que de hecho fue unos de los candidatos a entrar en la banda biritánica sustituyendo a Halford.

Los siguientes, LPG, banda formada por Quim y Martín, ex componentes de la extinta banda catalana de hard rock Sangtraït junto al guitarrista Joan Cardoner, ex Terratrèmol, quienes ya habían coincidido en una banda anterior denominada Místic. Combinaron temas de la época Sangtraït, como “Fortadora d’ Animes”, “El Guerrer”, “El Senyor de les Pedres”, o “El Vol de l’Home Ocell”, con nuevos temas como “Lliures Com l’Alè del Vent” de su segundo álbum ‘Sancta Sanctorum’ (2014). Se despidieron enarbolando una estelada, y Martín repartiendo baquetas por doquier. Prisioneros.

Tenía muchas ganas de ver por primera ocasión a la legendaria banda suiza, que tras cuarenta años de carrera actuaban por segunda vez en Catalunya, la primera acompañando a Hammerfall hace unos años. Krokus abrieron con “Long Stick Goes Boom” con Marc Storace empuñando una larga porra. Continuaron con su conocida versión de “American Woman”, “Hellraiser”, “Winning Man”, “Eat the Rich”, “Heatstrokes”, “Easy Rocker”, “Headhunter”, y la version de Dylan, “Quinn the Skimo”. Eche en falta temas como “Night Wolf”, o “Screaming in the Night”. Bien, pero… me esperaba más.

Tras la buena exposición que mostraron Krokus, era turno de otro de los representantes más internacionales del metal patrio. Warcry no pierde fuelle y se siente fuerte, arropado por un público que sigue dejándose la piel ante sus siempre efectivos, enervantes y emotivos directos, en los que Víctor se encarga de meterse a los fans en el bolsillo desde el minuto uno. Con Warcry, guste más o menos, la fiesta está garantizada, y su mayor baluarte es la pasión que sigue levantando en un público que le son fieles hasta el fin y que disfrutó puños en alto con himnos que elevaron los decibelios hasta reventar. En este sentido clásicos como “Quiero Oírte”, “Nuevo Mundo”, “Tú Mismo”, “Capitán Lawrence” y el siempre eterno himno de batalla “Hoy Gano Yo”, se convirtieron en la base de un concierto que se disfrutó con la misma intensidad sobre las tablas como desde el frente de un escenario, que volvió a ser un hervidero. Una buena forma de reivindicar que nuestro metal tiene la misma efectividad que el que se puede dar en cualquier otro de los países más consagrados en el estilo.

Los que sí actuaban por primera vez por aquí eran los japoneses Loudness. Y si bien Krokus me decepcionaron un poco, con los de Tokio sucedió todo lo contrario. Desde la inicial “Crazy Nights”, seguida por “Like Hell”, “Heavy Chains” con un espectacular solo de Akira Takasiki, que brilló con luz propia., a “We Could Be Together”, “Let it Go”, “In The Mirror”, “The Stronger”, “The Sun Will Rise Again”, “Esper”, y un gran final con “S.D.I.”. Nos quedamos con ganas de más.

Con nocturnidad y alevosía, Accept entraron en “Stampede”, y siguieron desgranando su inapelable repertorio con “Stalingrad”, clásicas como “London Leatherboys” y “Restless and Wild”, una tremenda “Final Journey”, la repetitiva “Pandemic”, “Fast as a Shark”, “Metal Heart”, y finalmente “Balls to the Wall”. Parece increíble lo bien que sonaron, y lo bien conjuntados que andan, teniendo en cuenta el reciente cambio en la batería, ahora soportada por Chris Williams, y en la guitarra por un viejo conocido, el ex Rebellion y ex Grave Digger, Uwe Lullis. Calidad y perfección.

Si califico a los de Sölingen de perfectos, con los de Birmingham hay que entrar en otra dimensión, lo máximo, el súmmum para la banda inglesa. Judas Priest protagonizó ayer uno de los mejores shows que les recuerdo, y les habré visto en seis, o siete ocasiones desde la gira del 86 presentando el polémico ‘Turbo’ junto a Warlock. En especial porque Rob volvió a ponernos la piel de gallina con su poderosa voz, algo que no había ocurrido en sus últimas visitas. Tras “Dragonaut”, tres joyas de la talla de “Metal Gods”, “Devil’s Child” y la grandiosa “Victim of Changes”. Un par de temas del nuevo álbum, entrelazadas con “Turbo Lover”, para llegar a la pieza maestra de la noche, “Beyond the Realms of Death”… sin palabras ante algo tan sublime. Que decir de la siguiente, “Jawbreaker” con las guitarras de Tipton y Faulkner fundidas en la voz de Halford. A partir de aquí las imprescindibles en su repertorio: “Breaking the Law”, “Hell Bent for Leather”, “Electric Eye”, “You’ve Got Another Thing Comin’”, y para rematarnos “Painkiller”, presentada por Scott Travis, y “Living After Midnight” con Halford haciendo participar al público de la fiesta. Ovación de gala para los británicos, mientras Tipton en el foso reparte en mano sus puas de guitarra a la primera fila. Si puedes verlos en Madrid o en cualquier otra ocasión, ni te lo pienses.

La remodelada formación de Riot, ahora Riot V por temas contractuales tras la muerte de Mark Reale hace tres años, que ha dejado en manos de Mike Flyntz la pervivencia de la banda neoyoquina, la cual cuenta en este momento con el excelente batería Frank Gilchriest (Fates Warning, Virgin Steele), y Todd M. Hall que releva a Tony Moore en la voz cantante. La verdad que el chico lo bordó, desde la inicial “Thundersteel” hasta finalizar con “Warrior” con el apoyo a las guitarras y bajo de los chicos de Loudness, pasando por “Road Racin’”, “Angel Eyes”, “Take Me Back”, o “Metal Warrior”. Míticos.

Para cerrar el festival otro grupo al que no había visto hasta ayer, Venom en su variante liderada por Cronos, junto a La Rage a la guitarra, y el malabarista Dante tras la batería, con un estilo que recuerda al de Mickey Dee. Con algo más de un millar de asistentes descargaron algunas piezas de su nuevo album ‘From The Very Depths’, como “Long Haired Punks” o “Grinding Teeth”, y muchos de sus clásicos, “Die Hard”, “Welcome To Hell”, “One Thousand Days in Sodom”, “Countess Bathory”, “Warhead”, la especialmente celebrada “Black Metal”, que en sus primeras filas produjo un pogo salvaje que acabó a puñetazos justo a mi lado, y como colofón final “Witching Hour” a las tres de la madrugada. Estupendos.

Balance muy positivo de esta segunda edición del Rock Fest Barcelona, que ha mejorado notablemente en comparación al pasado año en todos los aspectos, excepto por el horario, el de la jornada inicial a las cinco de la tarde diría que es el idóneo. Unas veinte mil personas por día, algunos más durante esta última jornada de sábado gracias a la presencia de los dioses del metal. A recuperarse, y a por la tercera ….

Crónicas de Jordi Kampàs / Josep María Fleitas de MariskalRock