“Queridos fans, cuando James Kottak llegó a Dubái el 3 de abril, se metió en problemas en la aduana y fue arrestado. Lo que sea que ocurriera está fuera de nuestro control y hasta el momento desconocemos los detalles al respecto. Para los conciertos en Alemania, Johan Franzon, un batería sueco, ocupará el puesto de James. Gracias por la comprensión, os mantendremos informados”.

Por si alguien aún no se había enterado, cabe recordar que James Kottak cumple un mes en prisión en la ciudad de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) tras haber sido declarado culpable de insultar al islam, hacer cortes de manga a los pasajeros musulmanes del aeropuerto y consumir alcohol.

A continuación mas detalles…

 

El percusionista norteamericano de Scorpions se encontraba haciendo escala en el aeródromo de Dubái cuando ocurrió el incidente, el pasado 3 de abril a las 11 de la mañana. Su destino final era Bahréin, donde iba a actuar en el Gran Premio de Fórmula 1 que se celebró el día 5 de abril y donde finalmente Scorpions tocó con Mark Cross (Tainted Nation, ex-Firewind, ex-Helloween, ex-At-Vance).

El batería, que había consumido cinco vasos de vino en el vuelo que le transportaba desde Moscú hasta la ciudad árabe, estaba acompañado de un amigo y declaró a la policía que acabó por error en la zona de tránsito cuando su intención era la de esperar al resto de amigos. En ella fue detenido por su estado de embriaguez, el cual puso de manifiesto por su conducta enfadada, ya que maldecía y juraba en arameo sin cesar. Según señalaron los testigos, Kottak comenzó a afrentar a pasajeros musulmanes, en particular paquistaníes, que estaban presentes, haciendo alusión a ellos como “musulmanes maleducados” antes de mostrarles ofensivamente su dedo corazón. Un oficial de policía declaró haberle escuchado hablar de un desagradable olor antes de insultar al Islam, lo cual le llevó a avisar a su supervisor para, finalmente, consumarse su detención. Otro pasajero aseguro que se tapó la nariz ante pasajeros paquistaníes y afganos y manifestó que ninguna manera iba a compartir viaje con ellos. “No hablaba a ninguna persona en concreto sino que hablaba en general. Estaba muy nervioso todo el tiempo y gritaba”, añadió el testigo, que refería que maldecía constantemente.

La policía ha acusado al batería norteamericano de haberse bajado los pantalones dejando al descubierto su trasero y exhortando a los transeúntes que se lo tocaran. Esto, al igual que las palabras que supuestamente gritó y el gesto del corte de mangas, ha sido desmentido por el batería, que contradiciendo a los agentes ha asegurado que no recuerda haber hecho nada de eso y solamente ha aceptado los cargos relativos a la ingesta de alcohol. “Solamente me levanté la camiseta para enseñar el tatuaje de mi espalda como un acto espontáneo”, ha asegurado, para después reafirmarse en que “de ninguna manera habría dicho frases así sobre los musulmanes, tanto estando borracho como no”. Sus alegatos no han sido suficientes para librarse de  de una multa de 2.000 dinares, unos 392 euros, y de un mes a la sombra, el cual está a punto de cumplir ya que lleva bajo custodia desde el día de los hechos y este tiempo se descuenta de la condena.