SÁBADO, CONCIERTOS DEL ESCENARIO 1

 

SISTER

Con la resaca y el cansancio acumulados de la primera jornada, y con los ecos del fiestón que hubo en la carpa de dj, nos dirigimos hacia la entrada del festival para encarar la segunda y última de sus jornadas.

Algo más de media hora de demora en abrir, con un público cada vez mayor y más impaciente (aunque algunos venían por primerta vez y nos preguntaban donde estaba la zona de acampada o las pulseras) acumulándose, poco después de las 17:15 accedíamos a las instalaciones del festival.

Lo primero fue dirigirnos al escenario principal para ver -poco- a los suecos SISTER que salieron en tropel a comerse el escenario, haciendo uso sin tapujos de las pasarelas del «black circle» reconvertido en «snake pit» para METALLICA.

Pintas, actitud y mucha bronca sónica, pese al calor, fue la tónica de lo que les pude ver, animando y recorriéndose todos los metros del escenario sobre todo el bajista Rikki y el vocalista Jamie, totalmente desquiciado en cuanto a voz, movimientos y apariencia. Además me gustó mucho su postura en cuando a estar durante toda la tarde por el recinto viendo conciertos con sus mismos ropajes y pinturas de guerra con los que habían actuado.

Desgranaron buena parte de su magnífico «Hated» con su peculiar mezcla de sleaze, glam, hard rock y punk, derrochando toda la energía que su juventud les brinda y no dejando indiferente a nadie gracias a temas como «Body Blow Piss Off».

 

MASTODON

Mi jornada del sábado empezaba en el escenario principal, con las sensaciones encontradas que siempre le asaltan a uno cuando se dispone a ver a MASTODON. Son una de las bandas más innovadoras y especiales de los últimos años, un soplo de aire fresco y una prueba de que no todo estaba inventado, pero a pesar de sus grandes discos la banda de Atlanta sigue adoleciendo de un directo muy mejorable, como se volvió a demostrar en Sonisphere 2012.

El sonido fue mejorable, aunque el problema más bien fue el de siempre, que toda la grandilocuencia de sus voces, sus guitarras, sus efectos, todo eso se pierde sobre el escenario y hace que MASTODON, tanto en salas como (especialmente) en festivales, pierdan mucho interés, y así fue.

Su set fue lo realmente sorprendente, nada menos que diez temas pertenecientes a su último trabajo en estudio y tan sólo dos del resto de su discografía, el «Blood & Thunder», con el que cerraron, y «Crystal Skull» del «Blood Mountain». Nada que reprochar en ese sentido; bueno sí, quizás que no tocasen «The Hunter» al completo, porque total, ya puestos… Además es una obra de arte.

 

WITHIN TEMPTATION

Los holandeses pondrían la -primera- nota de elegancia y melodía en la jornada del sábado, dando un gran concierto y espectáculo.

Llevan mucho trabajo por delante desde que se embarcaron en la aventura de «The Unforgiving», no sólo con la edición del trabajo en sí, sino elaborando sus múltiples videoclips, lanzando casi periódicamente los comics que complementan a la música y, por supuesto girando por todo el mundo con todo esto.

Tras el tour de salas de hace unos meses tenía bastantes ganas de verles por fin ya que todo el trabajo relacionado con el citado «The Unforgiving» me parece más que interesante, y de hecho buena parte del espectáculo se basa en la historia de la misteriosa Mother Maiden y sus vengadores acólitos, una panda de freaks que buscan nuevas víctimas sobre las que limpiar sus nombres.

Por fin podemos hablar de un concierto que sonara como es debido en la jornada del sábado. Todo muy pulcro, cristalino y a buen volumen, y es que WITHIN TEMPTATION fueron los primeros «privilegiados» en gozar de ello y nosotros de disfrutarlo.

La banda estuvo en su salsa, muy animados y se les veía felices por estar ante nosotros, aunque eché bastante en falta a Robert, no tanto por sus cualidades guitarrísticas, perfectamente suplidas por Stefan Hellblad, sino por su simpatía hablando entre temas en un perfecto castellano, como hiciera en anteriores giras por nuestro país.

Sharon sin duda sigue siendo el centro de atención, cantando como los ángeles, aunque esta vez me dio la sensación de que tenía la voz algo ronca. No escatimó un ápice en dar todas las melodías igual que en el estudio, ni nos quedamos sin sus característicos «gorgoritos», pero desde luego no tenía la voz tan bonita como otras veces.

Con el video introductorio donde Mother Maiden relata «su misión» (que apenas se veía pues aún había demasiada claridad cuando comenzaron), comenzaban por todo lo alto con un poderoso «Shot In The Dark» muy coreado y bien recibido. La muy heavy «In The Middle Of The Night» con su poderoso riff de guitarra y Sharon moviendo las manos cual mariposas fue la siguiente, dando paso a un «Faster» pletórico donde me terminé de dar cuenta lo mucho que ha gustado «The Unforgiving» a sus fans.

«What Have You Done?» con la voz sampleada de Keith Caputo fue todo un pelotazo, muy bien recibido como uno de sus personales himnos, mientras alternaban imágenes reales de la actuaciòn con el videoclip que grabaran en su día.

Iba cayendo la tarde y mientras las sombras se apoderaban del gran auditorio, «Fire And Ice» sonaba cristalina con una Sharon enorme, rubricando la belleza musical en estado puro. «Ice Queen» continuaba por todo lo alto, llegando a la marchosa «Iron» y sus aires folk, llegando a la recta final del concierto con el super hit «Stand My Ground», la discotequera «Sinéad» (que me encantó en directo) precedida por el video que explica la historia de la protagonista, para terminar con los aires celtas de la exquisita «Mother Earth».

Sin duda un muy buen concierto de WITHIN TEMPTATION, muy de agradecer su pincelada melódica y elegante donde demostraron que los equipos de sonido sí podrían estar a la altura.

 

SLAYER

Son varias ya las ocasiones en las que he tenido la ocasión de ver a SLAYER en un festival y me queda la sensación de que desde el momento que salen a tocar ponen el pistón en una posición fija hasta el apagado de luces final.

No es que se me hagan aburridos ni mucho menos, algo difícil con la tralla que meten, pero no me termina de agradar el hecho de que son demasiado mecanizados. Son, y así lo demostraron una vez más, la apisonadora sónica por excelencia, ideales para levantar a cualquier muerto de su tumba, y en un festival a ciertas horas tener que enfrentarte a una de sus actuaciones es muy de agradecer, aunque a veces estés viendo su concierto y parezca una fotocopia del anterior que viste.

Sin duda alguna son unos grandes profesionales, y en su campo, nadie lo hace mejor que ellos. Además teníamosel aliciente de disfrutar de la impresionante actuación del guitarrista Gary Holt, quien rubricara unos alucinantes solos que para el recuerdo se quedaran grabados en nuestras mentes. Y por supuesto fue un buen complemento para el simpar Kerry King -brutal como siempre- hasta que Jeff Hanneman se reponga y pueda volver a la actividad con la banda.

El sonido no fue tan bueno como con WITHIN TEMPTATION, quedando algo embarrullado en ocasiones, pero sonaron a gran volumen y sobre todo brutalísimos, como no podría ser de otro modo.

Durante buena parte de su concierto, la pantalla central no funcionó adecuadamente, con los más rezagados (había sitio de sobra delante, pero entiendo que haya gente que no se quiera arriesgar a estar en un pogo sin quererlo) se tuvieron que conformar con mirar al escenario y a las dos laterales que sí estaban en óptimas condiciones.

Desde que arrancaran con «World Painted Blood» sólo se hicieron los parones justos para coger resuello o hidratarse, cayendo una tras otra una colección de grandes temas thrash junto a otros de más reciente hornada.

«Die By The Sword» (donde el sonido iba mejorando y ganando volumen progresivamente), «Chemical Warfare», el clasicazo «Mandatory Suicide» (presentada por Tom Araya como una canción de amor) o «Dead Skin Mask», con ese fraseo marca de la casa al comienzo. Toda una declaración de intenciones tras otra en forma de temas.

Se guardaron para la recta final el poker de cuatro ases ganadores, comenzando con las luces rojas y los golpes de batería introductorios más famosos del género que anunciaban «Rainning Blood», la rapidísima «Angel of Death», «South of Heaven» y ese riff que en cuanto lleva dos notas aumenta el clamor popular y «War Ensemble» con el que el matarife americano dio por terminada su sangría sonora.

Una vez más demostraron el porqué de su reputación y nos dejaron a todos vibrantes y con ganas de más tralla. Fue el preludio perfecto para la descarga de METALLICA y aunque aún tendríamos que esperar un poco para ello, ya se presagiaba como que algo muy grande estaba pasando.

 

METALLICA (por J. José Jiménez)

Llegamos al momento de los cabezas de cartel, unos METALLICA que colmaron todas las expectativas creadas con un show alucinante, así como un repertorio casi de ensueño.

Dejamos de hablar a partir de ahora de problemas de sonido. Los de Los Ángeles sonaron altos, nítidos y sobre todo con unas guitarras a la altura tanto de la banda como de su leyenda. Además les vi muy motivados, con ganas de tocar. No pararon de moverse y se fueron muy contentos con toda la energía que el público español les brindó. Una energía de la que ellos mismos se contagiaron para rubricar una excelente actuación tanto en aspectos visual, sonoro y técnico.

El escenario, a parte del famoso «snakepit» que hizo las delicias de los que se encontraban dentro y que el grupo usó para campar a sus anchas cuanto quiso amén de las rampas laterales, presentaba un segundo nivel de altura que no dejó de recibir la visita de cada uno de los músicos (a excepción de Ulrich, claro). Una monstruosa pantalla era el fondo que ocupaba prácticamente todo el fondo de escenario, dando un juego enorme durante todo el show.

Trujillo cada día me gusta más, a parte del gran bajista que lleva demostrando que es desde su época en Suicidal Tendences se come el escenario como el que más. No paró un segundo el bueno de Robert, siempre con su sonrisa de oreja a oreja y tocando con contundencia, a veces técnica y cuando se precisa feroz.

Hetfield me gustó mucho, tanto por el sonido que le sacaron a su guitarra la otra noche, que volvió a sonar como hace quince años (y que en los últimos tiempos no siempre ha sido así), como por lo acertado que estuvo vocalmente (quizás en «The Unforgiven» me gustó algo menos), simpático, cercano y sobre todo con la actitud adecuada. Su chaleco vaquero lleno de parches de grupos ya fue toda una declaración de intenciones nada más salir a escena.

Hammet estuvo muy bien también. La vez última que les vi se mostró fallón, metiendo «gambas» en exceso. Sin embargo la noche del sábado lo que tocó lo hizo bien. A estas alturas no es un guitarra novedoso, ni se admira su técnica, en parte por culpa de él, ya que lleva como quince años, si no más, estancado en los mismos clichés. Pero como digo, la noche del sábado dio en el clavo con todos y cada uno de sus punteos.

Sobre Ulrich, bueno yo ya iba con la idea de que iba a ser el lastre de la banda y por desgracia aquì se cumplieron todas las premoniciones. Le cuesta horrores finalizar algunos compases, metiendo «breaks» innecesarios, como en las estrofas de «Hit The Lights» ( y es que Lars no está para tocar speed metal precisamente), muchos compases los finaliza antes de tiempo (y el grupo no se equivoca por los muchos años que llevan tocando juntos y lo bien que se conocen) y oirle tocar «One» es en algunas partes un despropósito (sobre todo antes de la parte rápida cuando dejan el acorde de guitarra sostenido y él marca el ritmo con el bombo de forma totalmente irregular). Entiendo que es un miembro insustituible y por supuesto, METALLICA no serían lo que han llegado a ser en parte si no fuera por el, al César lo que es del César. Pero también es cierto que sus fans se merecen lo mejor y que hace unos años ya se tendría que haber puesto con un profesor y revisar toda su técnica practicamente desde cero para llegar, como mínimo, al nivel que tenía hace años. Con todo y con eso, su actuación, fuera de aspectos técnicos, fue muy buena, animando como uno más con esa pose suya tan característica de subirse a su taburete apoyado en los tambores y se le vio disfrutar bastante.

Tras sonar el «It’s A Long Way To The Top (If You Wanna Rock&Roll)» a todo volumen, se apagaban las luces para dar paso a la intro «The Ecstasy Of Gold» de Ennio Morricone y proyectar imágenes en las pantallas de esa obra maestra llamada «El Bueno, El Feo Y El Malo». «Hit The Lights» servía para abrir, igual que lo hace con su discografía, el concierto, seguida de la versión íntegra de «Master Of Puppets» que se nos hizo hasta corta.

Un escueto «METALLICA is with you» de James nos introducía a uno de los mejores temas de la noche, un alucinante «The Shortest Straw» interpretado de lujo, sonando como un cañonazo de thrash metal a la vieja usanza y donde Hammet lo clavó de principio a fin, devolviéndonos a muchos a los años en los que editaron «…And Justice For All» de un plumazo.

«For Whom The Bell Tolls» seguía con la continuación de temazos hasta llegar a «Hell And Back» de su Ep «Beyond Magnetic» que bajó bastante la intensidad, ofreciéndonos un pequeño respiro.

Se apagan las luces y las pantallas muestran un documental de pocos minutos con imágenes de la época en que se gestó el «Black Album», la mayoría de ellas sacadas del documental «A Year And A Half In The Life Of Metallica», donde podíamos verles grabando, ensayando, componiendo, el proceso de masterización, puesta a la venta, etcétera. Mientras, vamos oyendo como en la oscuridad los músicos están tocando el inicio de «The Struggle Within» hasta que se encienden las luces y Heatfield ataca desde la parte en la que empieza a cantar.

A partir de aquí, tal y como estaba anunciado, el «Black Album» al completo, de la primera canción a la última o, mejor dicho, de la última a la primera, porque lo tocan justo al revés. El disco que ha vendido 25 millones de copias en todo el mundo, la genialidad, el poco miedo a experimentar y abrir el abanico musical y todo un paso adelante en cuanto a síntesis a la hora de componer y sonido que provocó que muchos contemporáneos suyos intentaran repetir la fórmula sin éxito. El culmen para unos y el principio del fin para otros. Y allí estábamos cincuenta y cuatro mil almas para deleitarnos con él en directo.

Todas y cada una de las doce canciones sonaron geniales, muy fielmente a como fueron registradas en el estudio, quitando casi todas las variaciones que le han metido a las más habituales en directo. También es cierto que no todas tuvieron la misma repercusión, llevándose la palma en cuanto a recibimiento los singles. La mencionada «Struggle Within» sonó potentísima (y es que siempre me pareció un trallazo de thrash idóneo para cerrar el disco y que deberían haber tocado más en directo), aunque otras como «My Friend Of Missery» (donde Heatfield intentó hacernos cantar en la parte lenta con poco éxito), «The God That Failed», «Through The Never» o «Don´t Tread On Me» tuvieron una reacción más discreta, cogiendo fuerzas porque sabiendo el orden de temas en el disco luego vendría ese temazo donde vas a darlo todo.

«Of Wolf And Man» (otra que deberían tocar más a menudo) fue un pepinazo, «Nothing Else Matter» fue lo que antes denominábamos «el momento mechero» y ahora es «el momento smartphone», interpretada con una intensidad inigualable, «Wherever I May Roam» genial como siempre, con ese ritmo que tiene desde su comienzo y que te transporta en todo su minutaje, «The Unforgiven» con James sobre la plataforma con su acústica, variando el tono en el estribillo, y esto fue lo que comenté antes que no me terminaba de convencer, «Holier Than Thou» sonó tremenda como el temazo de heavy metal que es, y por supuesto los dos grandes platos fuertes que consiguieron que Getafe tuviera una sola voz: «Sad But True» presentada con un «Madrid, do you whant it heavy?» (imaginaos la respuesta) y «Enter Sandman» que fue la fiesta, con cohetes y fuegos artificiales y el señor mayor que sale en el videoclip intercalado a las imágenes de los músicos en el escenario por las pantallas. La alargaron al final para hacer cantar a la gente y despedirse por todo lo alto antes del merecido descanso para encarar el bis.

Con las luces apagadas, la guitarra clásica suena por la PA anunciando «Battery», que comenzó con METALLICA de nuevo saltando al escenario con energías renovadas, petardos y fuegos artificiales desde la torre central de sonido y rematando con torres de fuego desde dos grúas que había en los laterales, fuera del escenario.

«One», con la habitual traca del comienzo simulando disparos, fue un puntazo gracias a los láseres disparados en todas direcciones, sobre todo cuando enfocaban a ras del público. Sin duda, el momento más memorable de toda la noche en cuanto a producción.

«Seek & Destroy», en una versión muy festiva y lejos del cañonazo thrash que era antaño, supuso el perfecto colofón, con todo el público volcado, la banda dando patadas a unos balones negros enormes con su logotipo y dejándonos detalles como el de James tumbado en el «snake pit» mientras los afortunados fans se retrataban ante el sonriente semblante del carismático músico.

Despedida larga una vez terminado «Seek & Destroy», con todos los músicos cogiendo el micrófono para hablarnos, haciéndose más fotos, regalando cientos de púas, baquetas…

Una gran noche que esperamos sea la tónica de sus futuras venidas a España. El sábado recordamos porqué METALLICA han llegado a ser la banda más grande de metal desde América y, a pesar de las carencias de Lars Ulrich, no me queda sino dedicarles un rotundo: ¡Así sí!

 

METALLICA (por Jorge del Amo Mazarío)

No quisiera extenderme mucho comentando el concierto de los de San Francisco porque Jose ya dado buena cuenta de lo que fue su show en Sonisphere con todo lujo de detalles. Simplemente comentar varios aspectos de lo que en mi opinión fue el concierto de METALLICA, para ofrecer un punto de vista más y que cada uno se quede con el que más le convenza.

En mi opinión, el concierto de METALLICA del Sábado fue todo lo entretenido que permite un repertorio con el Black Album al completo. El de 1991 fue un disco lleno de luces y sombras, un trabajo con una muy buena primera mitad y una segunda parte bastante mediocre, y cuando una canción es mediocre en estudio en directo pasa al siguiente nivel. Sonaron bastante bajos en todo momento, aunque ese problema lo acusaron otros en mayor medida, como SLAYER, por ejemplo. METALLICA arrancaron increíblemente bien, con un «Hit The Lights» más que digno y un «Master Of Puppets» con el que no fallan, pero conforme iban sonando los temas de «Metallica» en orden inverso, la gente se fue enfriando y aburriendo progresivamente. Sí, creo que el de los americanos fue un concierto que se hizo largo en líneas generales, aunque a nivel de interpretación y técnica todos estuvieron más finos que de costumbre, especialmente Kirk, a quien ví sensiblemente más atinado que en ocasiones anteriores.

Al final volvieron los «clásicos», un «One» con un despliegue de láser más digno de una discoteca que de un TEMAZO sobre la tragedia de un soldado que quedó «vegetal» por la explosión de una mina en la guerra, un «Battery» que en España es obligado, y un «Seek And Destroy» que quedó horrorosa, casi irreconocible.

James dio lo mejor de sí, Kirk se esforzó al máximo y Rob fue el enorme bajista que siempre ha sido, pero aunque ellos lo pusieron todo de su parte, un sonido mejorable y un repertorio tan centrado en aquel disco hicieron de la del sábado una noche rara, algo agridulce quizás.

 

EVANESCENCE

Recuerdo en 2003 cuando EVANESCENCE «pegaron el pelotazo», me regalaron su disco «Fallen» y siempre dije lo mismo: era mi disco favorito del año. Poco pensaba yo que dicho cd contendría unos temas tan redondos, pues poco más que los conocía de los dos hit single que sonaban en todas partes gracias a la BSO de «Daredevil». Ya en el libreto del disco me fijé en quién firmaba gran parte de los temas, un señor llamado Ben Moody, quien meses más tarde abandonaría la banda por desavenencias con la cantante y también líder Amy Lee. Moody inició una prolífica carrera como compositor para otros artistas, productor y músico en solitario y la verdad que lo que editaron EVANESCENCE tras su marcha no tenía esa chispa de genialidad de antes, por lo que perdí el interés en ellos.

Tenía bastante curiosidad por verlos y aunque sobre todo me hacía ilusión oir temas de «Fallen», la verdad que no me esperaba gran cosa de su directo. ¡Craso error!

La única referencia que tenía de EVANESCENCE en directo era el dvd de París «Anywhere But Home», una gira en la que, como yo suelo decir, sonaban a grupo «enlatado». Esto es, que el mayor mérito musical procede de los sonidos sampleados, más que de lo que ejecutan los músicos en directo. En dicho directo ni siquiera las guitaras acústicas son interpretadas en vivo.

Pues bien, a día de hoy, la banda que acompaña a Amy Lee está compuesta por unos músicos increíbles que fielmente reproducen todas y cada una de las partes, amén de darle su sello personal a los temas. Sí, hay partes de samplers, en algunos teclados (aunque Amy también los toca de vez en cuando) y algún coro de mero apoyo, pero ya digo que los músicos que ahora mismo son EVANESCENCE en directo son de los que da gusto verles tocar. Sobre todo la bestia tras los tambores que es Will Hunt, que nos dejó boquiabiertos a más de uno.

Pero sobre todo me quedo con la arrolladora presencia escénica de Amy Lee, una artista de los pies a la cabeza que no para quita un segundo, moviéndose por todo el escenario, cantando con fuerza y garra y tocando el piano muy bien.

Además, una artista agradecida con un público al que dio los buenos días en perfecto castellano, diciendo que qué mejor de comenzar el día que allí tocando para nosotros, así como por haberles esperado tras el considerable retraso que llevaba la actuación y ser tan «open minded» de querer escuchar su propuesta, consciente a lo diferente que era del resto de los grupos grandes en la jornada del sábado.

Y como digo, para muchos fueron el grupo revelación del SONISPHERE, con un sonido de lo mejor de los dos días que aprovecharon a su favor para ir dejando perlas musicales como su nuevo single «What You Want» (que junto a las de los dos últimos discos como digo, en estudio no me convencieron pero en directo adquieren otra dimensión), el temazo con el que abría «Fallen», «Goin’ Under» (increíble y sin perder fuerza a pesar de los años) o un «Weight Of The World» que sonó durísima.

Para «Lithium» sacaron un piano al centro del escenario, donde Amy nos deleitó con el precioso pasaje del comienzo cantando muy dulce y enriqueciendo escénicamente el ya de por sí portentoso espectáculo.

«Call Me When You’re Sober» de su segundo álbum, que nunca me dijo nada, en directo es otra que gana en fuerza y de hecho me encantó con su estribillo súper pegadizo.

Y ya para finalizar, los temas grandes y miticos de sus comienzos: un precioso «Imaginary», emocionante haciéndonos cantar junto a ella aquello de «in my field of paper flowers» y por supuesto la que no podía faltar, «Bring Me To Life» por todo lo alto, eso sí, obviando toda la parte de voz masculina tanto en el estribillo como en la parte central.

Salieron para un bis, que no podría ser otro que la preciosa «My Inmortal», emocionantísima, de nuevo con el piano presidiendo el escenario, Amy haciéndolo hablar con su maestría y toda la banda unida al final.

 

Crónicas de Jorge del Amo Mazarío, J. José Jiménez y David Esquitino de RafaBasa.com

 

Sonisphere 2012 Spain
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